lunes, septiembre 18, 2006

Modificación referencia 226 (CC 103x del Central de Aragón) de Ibertrén

Construidos por Carde y Escoriaza en el año 1934, fueron los coches más pequeños del Central de Aragón, pues pesaban 39.450 Kg. con nueve departamentos de tercera clase de diez plazas cada uno, y una distancia entre topes de tan solo 20 metros. En los departamentos, la distancia entre tabiques era únicamente de 1670 mm., con bancos de 2167 mm., es decir, correspondían apenas 44 cm. por plaza. Los departamentos no estaban cerrados y para evitar corrientes de aire, además de las puertas del pasillo con las plataformas, existían dos intermedias.

Al suprimir RENFE la tercera clase los pasó a segunda con las nuevas numeraciones:

Num. en el Central de Aragón

Numeración RENFE antigua (con 3ª cl.)

Numeración RENFE nueva (con 2ª cl.)

Numeración UIC

CC 301

CC 1031

BB-4 1040

50 71 29 20 000

CC 302

CC 1032

BB-4 1041

50 71 29 20 001

CC 303

CC 1033

No convertido a 2ª

-

CC 304

No pasó a RENFE

-

-

CC 305

CC 1034

BB-4 1043

50 71 29 20 002

CC 306

CC 1035

BB-4 1044

50 71 29 20 003

CC 307

CC 1036

BB-4 1045

50 71 29 20 004

CC 308

CC 1037

BB-4 1046

50 71 29 20 005

CC 309

CC 1038

BB-4 1047

50 71 29 20 006

CC 310

CC 1039

BB-4 1048

50 71 29 20 007

Recibiendo los ocho últimos las numeraciones UIC 50 71 29 20 000 á 007, tan solo ocho coches, pues el CC 304 no llegó a pasar a la RENFE, y el CC 1033 no alcanzó a convertirse a segunda clase.

(Información extraída de la revista Carril, num.9)







Material necesario:

1 x Ibertrén 226

1 x ROCO “Hechte” 2257 ó 2258

Herramientas y Loctite

La verdad es que estos vagones de Ibertrén tienen poco arreglo: son de lo peorcito que hizo la marca en cuanto a acabado, pintura y apariencia general. Quedan altísimos sobre los carriles (casi tanto como el Camas); las ventanas no tienen marcos, la pintura es mala y las inscripciones pésimas. Pero le tenemos cariño, porque es el único vagón de este tipo que tenemos, así que vamos a “tunearlo” para dejarle mejor aspecto.

Afortunadamente, existen unos vagones de ROCO (esta querida marca siempre nos sacará de apuros, incluso en los desguaces), que son relativamente fáciles de encontrar y muy asequibles (los míos eran de colección y los tengo hace más de diez años; pero salen periódicamente en eBay por menos de 10€). Conviene fijarnos sólo en las referencias 2257 y 2258 (1ª clase y mixto 1ª/2ª clases).

¿ Por qué ?; las distancias entre cotas del chasis son casi idénticas (sólo es preciso un pequeño corte limpio); las ventanas encajan perfectamente en los huecos del vagón de Ibertrén; tienen bogies Pennsylvania (como los Ibertrén) y hay otras piezas aprovechables.

Empezamos desguazando completamente ambos vagones y colocando las piezas de cada uno en su caja respectiva. Una rápida medición nos hará comprobar que el chasis del ROCO entrará perfectamente en el hueco dejado por el chasis de Ibertrén. Practicamos unas aberturas rectangulares en el suelo de ambos extremos del vagón de Ibertrén para que la pieza que contiene los peldaños de acceso pueda girar libremente; eliminamos las pestañas de plástico del chasis de ROCO y aseguramos la chapa de contrapeso al mismo.

El corte para dejar la longitud correcta conviene realizarlo a medida aprovechando una de las partes sin artefactos (ver imagen) del chasis. Comprobamos que encaja y que todas las piezas giran perfectamente. Aseguramos el chasis a los bajos de la carrocería del Ibertrén. Ya sólo con ésta sencilla modificación hemos perdido 1 mm de altura del vagón; hemos mejorado el aspecto y el rodaje y lo hemos dotado de unos bogies Pennsylvania de verdad.

El siguiente paso consiste en pintar el interior del vagón de los colores que nos gusten (con colores claros gana mucho), incluido el negro del techo, por si un día lo iluminamos. Y –si nos interesa- repintar el vagón por fuera, colocando las calcas nuevas. Dejar secar bien.

Ahora viene lo entretenido: poner las ventanas. Lo primero que nos debe preocupar es que el vagón de Ibertrén tiene 9 huecos de ventana y los ROCO 7 en un caso y 8 en el otro. Nos falta, como poco una ventana. O la fabricamos o usamos el faldón de plástico transparente del techo del vagón de Ibertrén. El que no tenga otro vagón para tirar de él puede recortar ese faldón de plástico transparente a 2 mm del borde del techo (para que encaje sin tocar las nuevas ventanillas) excepto por la ventanilla que queramos “suplantar” (ver imagen). Conviene que no sea una de las del centro porque se ve peor (hay que distraer la atención hacia las ventanillas bajadas); porque es más trabajo recortar dos trozos (con el riesgo que conlleva de rajar el techo) y porque resta resistencia al conjunto.

Hay que decir que las ventanillas del vagón de ROCO están admirablemente hechas, con sus manillas en la parte superior y cristal esmerilado para los aseos. Sólo son un pelín más cortas de altura que los huecos. No se nota una vez puestas.

Recortamos una a una las ventanillas y, a su vez, las perfilamos para dejarles sólo una pequeña pestaña de 1 mm alrededor del marco, y vamos pegándolas a discreción, incluidas las de los baños. Añadir cortinillas si nos place. En los testeros tendremos problemas porque no encajan. O las “hacemos” encajar, o prescindimos de poner ventanas ahí y utilizamos el faldón de plástico transparente del techo (ver imagen).

Comprobamos que todo encaja perfectamente, y aseguramos a presión el techo, dejando accesible el interior por si iluminamos.

Adicionalmente, podemos usar los intercomunicadores de fuelle que provee ROCO con su vagón (son mucho más decentes que los que trae el vagón de Ibertrén), aunque aprovechando las plataformas reticuladas de los fuelles del Ibertrén porque le van de maravilla.

Retocamos los testeros en cuanto a focos, toperas y mangueras, cambiamos el enganche si nos interesa ponerlo corto, y a rodar.

Ya tenemos un vagón de la serie 1000 mucho más atractivo en varios aspectos, a un coste bastante reducido. Tiempo total de la transformación de 1 vagón: una hora y media, más el tiempo de secado de las pinturas.

Más material de desguace: las escalerillas y los respiraderos del techo del vagón ROCO pueden servir para sustituir la escalerilla de los cerealeros de Artrain y para mejorar los techos de algún otro vagón. El interior es menos utilizable, ya que el número de compartimentos determina el número de ventanillas y su localización.